Blogia

El Describidor

Bali, la ceremonia eterna

Un centenar de altivas mujeres desfila en procesión al borde de la carretera, portando sobre la cabeza elaboradas ofrendas florales y frutales de un metro de alto. Una fuerza superior parece mantener el precario equilibrio del cargamento, acaso la misma que impulsa a las peregrinas a ir como hipnotizadas al encuentro con los dioses que, dos veces por año, se encarnan en las imágenes del Templo de los Murciélagos en la isla de Bali.

Son tantos los fieles que se arriman a este recinto sagrado, que deben hacer cola para ingresar a la cueva del altar principal donde revolotean algunos murciélagos. El hinduismo en Bali se diferencia bastante del de la India: su ambiente es más colorido y alegre, y los templos están llenos de estandartes con imágenes de dragones y sombrillas ceremoniales rojas y amarillas. A las estatuas las visten con un pareo multicolor llamado sarong, el mismo que usan tanto los hombres como las mujeres en su vida cotidiana. En el interior del templo todos se arrodillan; las mujeres sostienen manojos de sahumerios, mientras los hombres lucen orgullosos sus sarongs y una gran flor roja sobre la oreja . Entonces aparece en escena la orquesta de gamelanes, esos xilofones metálicos que emiten frenéticas y disonantes armonías que van envolviendo el espíritu de los presentes. Casi al unísono, tres hombres entran en trance: con los ojos desorbitados se mueven como poseídos y deben ser sujetados entre varias personas para que no se golpeen. Esto significa que "el alma de un antepasado entró en sus cuerpos". Un sacerdote coloca brasas de cocos secos en el piso y enciende un pebetero de incienso que comienza a humear. Increíblemente, los hombres en trance pisan las brasas como si nada y son rodeados por las bailarinas. Al atardecer, cuando acaba la peregrinación, todos se dirigen a la playa en silencio, se arrodillan sobre la arena y depositan las ofrendas junto al mar.

Cuando desembarqué en el aeropuerto de Denpasar —capital de la isla—, aparecieron las primeras manifestaciones de la religión. El empleado de migraciones tenía junto a su PC un conito de hojas de banano conteniendo pétalos de flores y granos de arroz que sirven para agradar a las divinidades. A una hora de viaje desde el aeropuerto llegué con un jeep alquilado hasta las frondosas colinas que ocultan al pueblo de Ubud, centro artístico y cultural de Bali. Allí me alojé en la posada Wahyu, un grupo de sencillos bungalows alrededor de un jardín colmado de orquídeas donde retozaba en libertad un conejo blanco. En el jardín unos senderos se bifurcaban entre los árboles desembocando en una pagoda al lado de un estanque. Y cada noche desde la ventana de la habitación veía una sigilosa sombra que se acercaba a depositar algo frente a mi puerta: era el dueño del hotel, quien dejaba en el piso una ofrenda de pétalos e inciensos con una suave fragancia que protegía mi sueño de los malos espíritus.

La isla está surcada por caminos muy angostos. Las casas son espaciosas y bajas, y de hecho, la ley establece que ninguna puede superar la altura de una palmera. A veces cuesta distinguir una casa de un templo, ya que casi todas tienen palmeras y jardines floridos con santuarios o elevadas pagodas de múltiples techos romboidales. Además, cada dos cuadras suele haber un templo.

Algunas casas en las afueras de los pueblos parecen grandes mansiones tropicales. Y sin embargo no tienen agua corriente y la gente se baña dentro de los canales que pasan por la puerta. Cada atardecer, las mujeres se sumergen con el agua hasta la cintura y se bañan usando un jarro dorado mientras exhiben sus pechos con orgullo, como símbolo de la maternidad.

Cada calle, cada casa y cada metro de jardín de toda la isla, están escrupulosamente cuidados y adornados con flores, esculturas de piedra y murales. La religión rige cada acto de la vida balinesa. En cierta ocasión, mientras me bañaba en las aguas cristalinas de la playa de Sanur, me sorprendió una orquesta de gamelanes que se acercó en procesión hasta la orilla del mar. Era una familia que venía a despedir las cenizas de un familiar, esparciéndolas en el océano. Todos parecían disfrutar del evento con felicidad. El hijo mayor de la familia —que hablaba italiano—, me explicó que la concepción trágica de la muerte no existe para ellos. Por eso el fin de la vida no les preocupa, ya que creen que el tiempo es circular y las almas se reencarnan infinitamente en nuevos cuerpos. Los recién nacidos suelen ser llevados ante un adivino, quien les indica a los familiares cuál antepasado ha reencarnado en él.

El otro eje del hinduismo balinés es la creencia en el principio complementario entre el bien y el mal. La lucha entre ambas fuerzas es infinita y no es por cierto deseable acabar con el mal, pues su presencia es necesaria para que exista el bien. Si un nativo sufre de mala suerte, es sometido a ceremonias de purificación. Y quien tenga una racha larga de buena suerte deberá practicar ritos que invoquen el retorno de las fuerzas de la oscuridad: sin balance reinará el caos.

Todos los días hay festivales religiosos en varios de los incontables templos de la isla. No hace falta salir en su búsqueda; uno se los topa todo el tiempo. Durante el "odalan", que se celebra en los templos cada 210 días, se cree que los dioses vienen a morar en los santuarios por tres días. Cada balinés forma parte de la feligresía de seis templos y se pasan semanas abocados a las costosas decoraciones destinadas a agasajar la llegada de los dioses.

Los templos de Bali —"los puras" — son espacios a cielo abierto rodeados de muros color arcilla de un metro de alto construidos con corales. Estos templos sin techo permiten un mejor contacto con la naturaleza y los dioses, y poseen en su interior santuarios, jardines y palmeras. En la entrada se levantan portales triangulares y al fondo están los "merus", unas pagodas de madera con hasta doce techitos superpuestos hechos con fibra negra de caña de azúcar. Allí moran los dioses encarnados en pequeñas imágenes de oro y resulta curioso observar cómo la gente los alimenta y los baña. La decoración reboza de pequeñas estatuas de duendes y diablillos. Los "puras" son, básicamente, un escenario artístico destinado al deleite de los dioses.

La palabra arte no existe en el idioma balinés, dado que todos los nativos son artistas. Las distintas disciplinas se practican como un don natural para agasajar a los dioses. Cada cual se destaca en su especialidad: música, baile, escultura, pintura, decoración de templos, caligrafía... Y casi nunca firman las obras, como si se tratara de una creación colectiva.

No es casual entonces que Bali sea un paraíso de la artesanía. Hay pueblos enteros que se dedican a cada rubro: en el poblado de Celuk se especializan en joyas y adornos de oro y plata. Al pie del volcán sagrado Gunung Batur se encuentra el pueblo de Mas, donde todos los habitantes se consagran a tallar la piedra y la madera. La gente trabaja en la calle, junto a la puerta de su casa, y a veces le susurran unas palabras a su obra mientras la acarician como a un niño. Al igual que cualquier otro objeto, se considera que las piezas artísticas son poseedoras de un espíritu.

Es imposible visitar Bali y no oír su música. Esta suena por las calles, emana misteriosamente de las casas y templos, y ameniza la estancia en hoteles y restaurantes; siempre en vivo. Incluso existen una suerte de molinillos de viento en los jardines de muchas casas que martillean eternamente unos gamelanes. Hay 4 mil bandas musicales en la isla y cada pueblo tiene su conjunto de unos 50 músicos que suenan con la agudeza de una orquesta sinfónica. Todas las tardes los músicos del pueblo se juntan a tocar en el "banjar" (parador comunal), donde golpetean los metales y bambúes de los gamelanes con martillitos y utilizan sus manos para hacer tronar los gongs.

En el templo del Palacio Real de Ubud disfruté del baile Legong entre dioses de piedra, palmeras y orquídeas. La luna hacía brillar el bronce de los gamelanes al aire libre, donde permanecieron silenciosos hasta que los músicos arremetieron con violencia contra ellos. Una explosión caótica de notas generó una tensión ambiental que se apoderó de la escena. De inmediato aparecieron tres sensuales bailarinas con unos brillantes trajes tradicionales. Sus piernas permanecían casi estáticas, pero la movilidad de la parte superior del cuerpo era veloz y entrecortada. Se necesitan años de escuela para pulir los sutiles movimientos de brazos y manos que son la clave de este baile, junto con la gestualidad de la cara. Los rostros oscilan entre expresiones de un éxtasis de felicidad y miradas diabólicas con las pupilas moviéndose frenéticamente.

Mi último día en Bali coincidió con la noche anterior al "nyepi" (el año nuevo, que coincide con el calendario occidental). Para la ocasión tiene lugar en las calles de Bali un exorcismo general. Centenares de niños desfilan en medio de un gran alboroto, portando monstruosas máscaras de criaturas mitológicas, antorchas y gongs. Pero al día siguiente el ruido cesa y todos los habitantes guardan un silencio unánime por 24 horas. La gente no habla ni sale de sus casas, donde se mantienen sin comer ni beber y con los televisores apagados, sumidos en profundas meditaciones. La isla debe parecer desierta con la finalidad de embaucar a los oscuros dioses del mal, y lograr de esta forma que se retiren hacia otros mundos. Y efectivamente, en esta exótica y remota isla del Océano Indico —al menos en el momento en que yo viajé—, pareciera que el lado oscuro de la vida no tiene cabida, ni para los nativos ni para los viajeros, quienes se van con la extraña sensación de haber respirado unas bocanadas fugaces de la fragancia del paraíso.

Verónica Aldazabal, arqueóloga.

Tierra de lagos y volcanes

Un recorrido por la majestuosa geografía de Pucón y Villarrica, a 780 km de Santiago. Termas, paseos y exquisita gastronomía. El volcán Villarrica, un gigante en actividad con un cráter de 200 metros de diámetro, es el eje de gran parte de las opciones turísticas que ofrece al viajero la zona de Pucón y Villarrica, a 780 km al sur de Santiago, en la IX Región de Chile, que forma parte de la llamada Araucanía.

Tierra sembrada de lagos, volcanes y leyendas del pueblo mapuche, se trata de una zona donde la historia y la cultura de los habitantes originarios de esta parte de América se combinan con dos actividades aparentemente contradictorias pero que se complementan a la perfección: el relax y el turismo de aventura.

La presencia de los volcanes permitió el desarrollo del turismo termal, y en ese rubro las Termas de Huife, ubicadas a orillas del río Liucura, se destacan por la excelente calidad de sus aguas de más de 35 grados y sus grandes piletones, que incluyen una piscina cubierta, todo rodeado por una vegetación dominada por las araucarias.

Las Termas Geométricas, cercanas a la localidad de Coñaripe, son especialmente bellas por su entorno natural y su arquitectura de estilo oriental. Ubicadas en el Parque Nacional Villarrica, las más de 60 fuentes que brotan en la llamada quebrada de Aihué, distribuidas en 16 piscinas con aguas que oscilan entre los 30 y los 42 grados, pueden combinarse con cuatro piscinas de agua muy fría.

En la base del volcán Villarrica se encuentra el centro Ski Pucón, con 20 pistas para todos los niveles y nueve medios de elevación.

El Parque Huerquehue

Algo muy especial, imperdible para sibaritas de tiempo completo, es una excursión que parte de Pucón y permite en 45 minutos llegar a la zona del lago Tinquilco, en el corazón del Parque Nacional Huerquehue.

Esta propuesta implica viajar a través de caminos angostos, con naturaleza en estado virgen, hasta una pequeña casita con reminiscencias orientales donde los encargados de agasajar a los viajeros reservan varias sorpresas para sus visitantes.

Una de ellas es un paseo en kayak individual o para dos personas, durante el cual los organizadores sirven una picada regional acompañada de vinos de excelente calidad.

Sólo es cuestión de acercarse, degustar y disfrutar del silencio absoluto; admirar las montañas y sentirse navegando o flotando sobre un espejo.

Pero no es lo único sorprendente: luego vendrá una caminata por el bosque salpicado de cascadas y en medio de un claro aparecerá otra mesa, esta vez sobre tierra, con una nueva degustación. Quien suponga que ya fueron suficientes sabores por ese día, estará equivocado.

En la casita oriental habrá una comida suculenta, basada en platos elaborados con productos locales, como por ejemplo salmón en diversas preparaciones o lasagna de tres tipos de hongos autóctonos, todo regado con amables vinos y acompañado con exquisiteces de la Escuela de Quesos Afunalhue.

La gastronomía local, fuera y dentro de los hoteles, suele combinar comida internacional con productos característicos de la tradición mapuche.

De leyendas y museos

El parque turístico, científico y ecológico Cuevas Volcánicas, en la ladera norte del volcán Villarrica (Ruka Pillán, en lengua mapuche), es uno de los paseos distintivos. El túnel lávico en el que se recorren grandes bóvedas y se conocen los distintos tipos de lavas y minerales subterráneos, el simulador de fumarola eruptiva llamado Cráter Adventicio y el canopy son otras de las alternativas que sorprenden al viajero.

Tampoco hay que dejar de visitar el pequeño Museo Mapuche —atesora piezas del año 400— y a la señora Irma, que recibe en su ruca —vivienda típica de madera y paja— a los turistas para contarles leyendas de su pueblo y ofrecerles comidas básicas de aquellos que aún resguardan sus costumbres y su idioma, el mapudungún, una lengua cuyo alfabeto tiene 7 vocales.

María Zacco, Clarin.

La ruta del té inglés

El rito del té es una marca registrada de Inglaterra que abarca a Escocia y a Gales. Dicen que la bruma ya no impera, como en otros tiempos, en Londres, la capital inglesa, pero que cierto vapor perfumado atraviesa el aire cuando el Big Ben marca la hora indicada. Esa en la que las tazas y las teteras consuman el histórico rito. No es, como muchos creen, a las "five o'clock", sino, puntualmente, a las cuatro de la tarde. Hablamos, qué duda cabe, de una de las más arraigadas tradiciones británicas —la del té— que involucra también a Escocia y Gales y que desbordó esas fronteras instalándose en otras ciudades del mundo, incluso en Buenos Aires.

Cuentan que fue Anna Russell, séptima duquesa de Bedford, quien inició este acontecimiento social, una tarde de 1840, tras ordenar un refrigerio liviano de panes y tartas para calmar su hambre antes de la cena. Encantada con el tentempié, a la dama se le dio por repetirlo convocando a sus amistades. Desde entonces, el té se ganó un lugar como la infusión característica del Reino Unido.

Por las calles de Londres

En Londres, cuna del punk y el pop, este ritual tiene más de un domicilio reconocido. Cientos de confiterías sirven té, acompañándolo por lo general con deliciosos dulces.

Uno de esos sitios —tal vez uno de los más populares de la ciudad, es el Brown's Hotel, en Mayfair. Ubicado a pocos minutos de caminata de Bond Street, el gran paseo de compras y la zona de los teatros, se lo considera una institución en la materia. Recientemente remodelado, el hotel garantiza exquisitas mermeladas caseras y un catálogo de elaboración propia. Todo esto en su English Tea Room, la sala en la que era habitual cruzarse con personajes como Alexander Graham Bell y Rudyard Kipling, entre otras celebridades.

A metros de Green Park y de Picadilly Circus, con casi tres siglos de historia, el Fortnum and Mason sirve a sus parroquianos más de cien variedades de tés verdes, negros y orgánicos; distinguiéndose, principalmente, por su Afternoon Tea, un blend compuesto de jazmín, rosa y bergamota, que puede tomarse tanto frío como caliente, con o sin leche.

En Piccadilly, a metros del Palacio de Buckingham y de Piccadilly Circus, el Ritz acompaña esta ceremonia con música en vivo. El establecimiento, un antiguo castillo de estilo francés, luce muebles Luis XVI e innumerables detalles típicos de la Belle «époque.

En la misma zona, a cuatro cuadras de Saint James Park, el café-restaurante Wolseley cobró fama por el extraordinario té que ofrece los fines de semana y por un detalle adicional: su ambientación, que evoca el estilo de los cafés de Viena.

Pero si nos alejamos en dirección al oeste, a sólo 90 minutos de Londres, entre fortalezas romanas y centenares de castillos —tal vez tras las huellas del rey Arturo— también en Gales podremos disfrutar de excelentes tés.

En el valle de Usk, el Celtic Manor Resort linda con el Roman Caerleon, uno de los enclaves militares más importantes de Gran Bretaña, bajo el imperio romano. Hoy el lugar recrea los antiguos baños romanos de la fortaleza, un gigantesco centro de ocio con piscinas y gimnasio. Y no falta el toque legendario: se dice que aquí estuvo la famosa mesa redonda, esa en la que Arturo bebió de todo, menos té. Pero eso puede hacerse ahora, muy cerca del gran campo de golf. Hay, para elegir, tres variedades: Resort, Caerleon y Champagne, todas servidas en el Merlin's Lounge.

Ya en Wye, Llangoed Hall —en el corazón de Gales, a una hora de Nweport— una finca del siglo XVII, propone sentarse frente a un crepitante hogar a leña, bajo el envolvente sonido de las arpas, a beber este brebaje. Siempre en tierras galesas, una opción diametralmente opuesta consiste en saborear estas finas hebras en el Badger's Café, situado dentro del shopping Victoria Centre, después de un largo día de compras.

En la ciudad de York, uno de los establecimientos más populares en la materia es Bettys, conocido además por sus tortas, bombones y panes de elaboración artesanal. A corta distancia, en Lynton, en el condado de Devon, se encuentra Sir George Newnes Tea Room, emplazada en una zona conocida como "la pequeña Suiza", en el Parque Nacional Exmoor. Rodeado de amplios jardines, lo recomendable allí es dejarse tentar por el té de la casa, el The Ginger Cream Tea, que sirven con unos sabrosos scones de jengibre.

Pero la perla de la región, en la costa de la ciudad de Victoria es, sin duda, el Hazelmere Café & Bakerey de Cumbria, que se destaca por sus variedades importadas provenientes de las regiones más remotas del planeta y la amplia oferta de panes, tortas y scones. La vista que se obtiene desde este sitio —distinguido con el premio Tea Guild Award of Excellence en año 2006— es maravillosa y puede disfrutarse, tasa en mano, desde una mesa al aire libre.

Con rumbo a Escocia

La travesía ahora nos encamina hacia Escocia. Luego de pasear por la adoquinada Royal Mile, desde el antiguo castillo que domina Edimburgo hasta el Palacio de Holyrood, nada mejor que recobrar fuerzas con uno de los tés que sirven en el Balmoral Hotel. El lugar no puede estar mejor ubicado, al lado de la estación de Waverley, en pleno centro de la ciudad, en la principal área de compras de Edimburgo

El edificio, refugio veraniego de la familia real desde 1852, regala los mejores ángulos fotográficos del Castillo de Edimburgo y el casco antiguo. El salón de baile y los jardines pueden ser apreciados por los visitantes entre los meses de abril y julio.

Más adelante, en el corazón de Glasgow y a pocas cuadras de su prestigiosa Escuela de Arte, hay un alto obligado en esta ruta del té: se trata del Willow Tea Rooms, famoso por su arquitectura, una obra del arquitecto Charles Rennie Mackintosh. Un sinfín de blens frutados y clásicos, provenientes tanto de China como de la India pueden aquí saborearse mientras se aprecia el edificio. En esta ciudad, también vale la pena tomarse unas horas para merendar en el One Devonshire Gardens, un hotel de estilo victoriano, rodeado por inmensos jardines aterrazados.

Y quienes quieran sentir que pertenecen por un rato a la realeza deberán encaminarse hacia el castillo de Inverlochy —en la actualidad un hotel de campo— que se alza entre montañas, a menos de siete kilómetros de la ciudad de Fort William. Construido por Lord Abinger, la reina Victoria, de viaje hacia Balmoral, pasó una semana alojada allí, en 1873). Desde el Inverlochy se contemplan maravillosos paisajes, entre los que se destaca el Ben Nevis, el monte más alto del país. Cuando el mozo se acerque a atenderlo, ya sabe: pídale un buen té.

Silvina Iturralde, Clarin.

Caravanas de motos... ¿es ecoturismo?

Eso pasa en Bolivia todos los años con la realización de la Caravana Ecoturística Misiones-Amazónica en los departamentos de Santa Cruz y Beni. Es un evento en cual participan más de 150 personas, o "amantes de la naturaleza" como dice su promoción. Tiene su ruta que va entre San Ignacio y Trinidad, y dura unos 12 días. Su ruta incluye sectores dentro de Áreas Protegidas, tal como el Parque Nacional Noel Kempff Mercado, un parque que es Patrimonio de la Humanidad.

La ruta pasará por bosques que nunca han sido pisados por el ser humano, así que para realizar esta travesía van a tener que abrir 200km de nuevos senderos, los cuales tendrán el tamaño suficiente para la entrada de las cuadratracks y para camiones de apoyo (4 x 4) que acompañarán a los participantes.

El evento se realizará con la permisión de Autoridades y responsables tal como el Ministerio de Medio Ambiente de Bolivia, el Servicio de Áreas Protegidas (SERNAP), el Gobierno Municipal de San Ignacio de Velasco, la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN) y el Comité de Gestión del Parque Nacional Noel Kempff Mercado. Además, será un evento con interés internacional, con la participación de algunos extranjeros y la cobertura hecho por CNN.

Como hemos dicho, el evento se llama la Caravana "Ecoturística" Misiones-Amazónica. Eso nos hace preguntarnos ¿Por qué ecoturística? Ese tipo de evento no entra en lo que entendemos como ecoturismo, pero vamos a revisar.

Hay muchas diferentes definiciones del ecoturismo, pero todos dicen más o menos lo mismo:

- El Ecoturismo es una forma ambientalmente responsable de hacer turismo, donde se visitan áreas naturales de importante valor ecológico, con el fin de observar, estudiar y admirar la fauna, flora y el paisaje, minimizando el impacto sobre espacios naturales y culturales y contribuyendo a la protección de las áreas Naturales y al mejoramiento de la calidad de vida de las poblaciones locales.

- Ecoturismo es viajar a áreas naturales relativamente sin disturbios o no contaminados con el objetivo específico de estudiar, admirar y disfrutar el paisaje y su flora y fauna silvestre.

- Ecoturismo es cualquier viaje durante lo cual el viajero admira y aprecia el medio ambiente.

- Ecoturismo significa simplemente "turismo ecológicamente sano"

Con esas definiciones vemos que un verdadero proyecto de ecoturismo:

- Debería ser uno que tiene un impacto mínimo en su ambiente. No es posible que la entrada a lugares vírgenes en vehículos (ATV o Cuatdratracks) que contaminan hasta 8 veces más que un vehículo normal y usando senderos nuevos puede ser llamado un impacto mínimo.

- Debería estar ubicada en un área natural de importante valor ecológico. Bueno, ese evento está ubicado en un lugar con un valor ecológico muy importante. Por eso se encuentra el Parque Nacional Noel Kempff Mercado, Patrimonio de la Humanidad.

- Debería ayudar a la conservación de esa área tan importante. El evento va a destruir y contaminar el ambiente en lugar de conservarlo.

- Si hay que abrir senderos, deberían ser senderos ecológicos hechos para tener un impacto mínimo en el ambiente. Los senderos del evento serán anchos y nada ecológicos debido al tipo de vehículo que se usaran.

- El ecoturista debería ir al lugar para admirar, estudiar y disfrutar del paisaje, la flora y la fauna sin cambiarla o dañarla. Puede ser que en ese evento los participantes van a disfrutar de los paisajes que verán en su paseo, y que se vislumbren algo de la flora cuando están pasando en sus vehículos, pero dudo que verán algo de la fauna, la cual huirían del ruido y molestia de los vehículos.

- También, el proyecto debería involucrar a la comunidad local y contribuir a su desarrollo socio-económico de una manera sostenible. Es verdad que ese evento va a pasar por comunidades, y los participantes van a quedarse en algunas de esas. Sí dejarían un poco de plata, pero de una forma nada sostenible para las comunidades, que recibirían dinero a cambio de comida y alcohol y no para la conservación de su entorno. Más que dinero, los participante dejarán las huellas de sus vehículos y el humo de los mismos en el aire puro de la amazonía.

Como verdaderos ecoturistas y ecologistas debemos reclamar de el mal uso de la palabra ecoturismo. Eventos como este hacen daño para proyectos que sí son ecoturísticos, como los apoyados por PROBIOMA (www.probioma.org.bo) que se encuentra en el Parque Nacional Amboró (Villa Amboró, Volcanes e Isama) en el departamento de Santa Cruz. Estos son proyectos dirigidos por los comunarios donde los turistas entran a pie o en caballo a campamentos ubicados dentro de la selva y hecho por materiales locales.

Son proyectos que tienen senderos ecológicos bajo esa selva que han sido construido para tener un impacto mínimo en la naturaleza. Los turistas pasan por esos senderos a pie con un guía local quien les explica de la flora, fauna y paisaje y prohíbe que los turistas lleven consigo pedacitos de la misma como recuerdos.

Este tipo de eventos también hace daño al trabajo de entidades como ecosantacruz.com (www.ecosantacruz.com) que trata de promover el verdadero ecoturismo y el turismo de aventura responsable en Santa Cruz, Bolivia.

No podemos permitir que el público crea que estos tipos de proyectos son lo mismo que la Caravana "Ecoturística". Para las personas que trabajan con verdadero ecoturismo este tipo de evento es un insulto al bien trabajo que hacemos y a la imagen y metodología que tratamos que difundir. Un evento como eso muestra la falta de conocimiento de lo que significa ecoturismo y la facilidad de usar una palabra sin entenderla. Por eso, nosotros como ecoturistas y ecologistas debemos tratar de enseñar a la gente el significado de "ecoturismo" mientras que denunciamos a los proyectos falsos que nos dañan.

Tenemos que denunciar no sólo esos proyectos, sino también los autoridades y responsables que permiten la realización de esos eventos, en ese caso el Ministerio de Medio Ambiente de Bolivia, el SERNAP, el Gobierno Municipal de San Ignacio de Velasco, la FAN y el Comité de Gestión del Parque Nacional Noel Kempff Mercado. Son esos responsables que deberían luchar para la conservación y uso sostenible de los Áreas Protegidas y no apoyar al uso no sostenible, irresponsable, y destructiva de estas áreas.

Tampoco podemos permitir que un medio de comunicación internacional, tal como la CNN, apoye a un evento como este, dándole cobertura internacional a la destrucción y contaminación del patrimonio de la humanidad y a la agresión a la naturaleza prístina.

Trekking en Las Cuevas, Santa Cruz, Bolivia

Camino a Samaipata se encuentra Las Cuevas, hermoso paraje coronado por una imponente mole de piedra arenisca y cruzada por un par de rios de poco caudal pero incomparable belleza. Existe un camping donde se puede dejar la movilidad y armar una carpa; tiene baños limpios y agua potable (de vertiente)... ¿quién necesita mas? A pocos metros del camping nos internamos en la serranía siguiendo un curso de agua. Piedras, arena, y cristalinas aguas nos acompañan. Cantos de pájaros y silbar del viento nos envuelven. El sol, a esas alturas (1200 mtrs) no encandila; es mas bien agradable.

Caminamos por senderos abiertos por quien sabe quién, y llegamos a un paraje sembrado de rocas enormes como casas. Muchas de ellas obstaculizan totalmente el paso y hay que escalarlas. Otras veces, al llegar a su cima nos damos cuenta que al otro lado no hay nada mas que agua, una poza en la que debemos sumergirnos si queremos seguir adelante. Ningún animal se observa, aunque a trechos se huele el edor a orines, señal de territorios ocupados y hollados por nosotros. Seguramente nos observan desde algún matorral.

Una hora de caminata por esos terrenos y llegamos a una cañada. Imponente en su altura, unos 30 metros, angosta (unos 3 ó 4 metros), y llena de agua. Sus paredones están húmedos y cubiertos de musgo, orquídeas de altura, helechos. Uno que otro arbol se equilibra en esas paredes. Muchas pequeñas grutas naturales muestran verdaderos jardines cordilleranos, y en muchas encontramos víboras descansando... o esperando que pasemos nadando para saltar al agua y atacarnos. El aire se respira húmedo y primitivo. Organizamos los grupos y nos internamos en el agua.

El cañadón mide unos 300 metros de largo, y fué un verdadero desfile por la naturaleza del lugar. A unos 20 metros aparece la primera curva del río y desaparece el sendero que nos llevó hasta allí. estamos solos, en esa garganta umbría, flotando con nuestras mochilas, cuidándonos mutuamente de que no aparezcan víboras nadando, y admirando las mil y una manchas verdes en las paredes verticales. Es un paisaje del jurásico, primitivo y salvaje. Arriba se ve el cielo como si fuera una banda azul, y con un poco de imaginación se podría ver volar a un dinosaurio. El agua suena con un rugido sordo. La profundidad, desconocida. Esos 300 metros duraron unas 2 horas, llenas de misterio y recogimiento, considerando el tamaño del grupo (7) y su composición (principiantes y avezados aventureros).

Atravesada la quebrada, nos encontramos nuevamente con esa configuración de piedras gigantes. Nunca he sabido su origen, pero parecen restos de glaciares prehistóricos. Son muy parecidas a las que encontrramos en la Chiquitanía. Luego de un par de horas caminando por el río, llegamos a un claro en que pudimos descansar, desnudarnos para secar las ropas (hasta las mochilas estaban llenas de agua) e intercambiar impresiones acerca del paisaje dinosáurico que habíamos conocido. Todas fueron coincidentes: impresionante, y digno de filmar. Sin darnos cuenta, y luego de un reparador cafecito (menos mal que las cocinillas de excursión son a prueba de agua) nos fuimos adormeciendo... hasta que todo el grupo desapareció del mundo.

Carlos M. Duarte Merino

"EE.UU. es un imperio en negación"

Niall Ferguson es especialista en la historia de los imperios. El académico dice que la administración Bush mantiene una política imperial consistente con su historia, aunque no cree que Washington protagonice más invasiones como las de Afganistán e Irak.

Acusar de "imperialista" a Estados Unidos es un ingrediente clásico en los discursos populares latinoamericanos, aunque el término suele ser descartado por la academia. Paradójicamente, el afamado profesor de Harvard y Oxford, Niall Ferguson, sostiene que EE.UU. y China son imperios porque tienen el control político sobre pueblos foráneos y dice que en el futuro podrían aparecer unos cuantos más.

"EE.UU. es un imperio, pero uno en negación porque se rehúsa a admitirlo, algo inusual, porque los imperios habitualmente se enorgullecen de serlo", dice.

"Invadir Afganistán e Irak son las cosas que hacen los imperios. Además, EE.UU. tiene una presencia militar global, y provee seguridad a países distantes entre sí, como Japón y Colombia", agrega. "Por supuesto, la gente en Latinoamérica no necesita convencerse de esto, porque el comportamiento imperial de EE.UU. allí data del siglo XIX".

Ferguson sostiene que los entre 50 y 70 imperios que han existido, han sido, mucho más que los estados naciones, los principales actores de la historia mundial. Su particularidad es que han durado cada vez menos, especialmente en el siglo XX, como consecuencia de su pretensión de establecer grados extremos de poder centralizado, control económico y homogeneidad social, acompañados en algunos casos del uso indiscriminado y brutal de la fuerza.

- ¿EE.UU. no se califica como imperio porque éstos fueron repudiados en el siglo XX?

"Sí, se ha vuelto una palabra sucia porque se asemeja a 'imperialismo'. La palabra está muerta, pero la práctica y la función del imperio está viva y bien".

"Es una pena que ahora veamos a todos los imperios como malos, porque mucho de la historia concierne a los imperios, y han hecho cosas buenas y malas. Se los rechaza a todos por sobresimplificación".

"De hecho, entre los imperios, EE.UU. es uno muy bueno, ciertamente no el peor".

- Usted ha dicho que los imperios duraron muy poco en el siglo XX, en parte porque fueron muy violentos y lucharon contra una categoría amplia de personas. ¿Está EE.UU. haciendo eso, al combatir a quienes son vagamente definidos como "extremistas islámicos", con abusos en Guantánamo y Abu Ghraib, y cuando ya se cuentan más de 600 mil muertos en Irak?

"El punto que yo estaba haciendo era para los imperios como el japonés, el de Hitler y el de la URSS, los cuales no se pueden equiparar con el actual de EE.UU., pero es una regla generalmente válida. Mientras más rudo sea el comportamiento o más indiscriminado sea el uso de la fuerza, menor legitimidad tiene el imperio, y, por lo tanto, durará menos".

"No creo que ahora EE.UU. puede ser acusado de llevar una guerra indiscriminada contra los musulmanes, aunque no hay dudas de que en Guantánamo y en Abu Ghraib hemos visto la sombra del imperio. Y un imperio que básicamente clama su legitimidad en su respeto a los DD.HH., su compromiso con la libertad y el imperio de la ley, no puede ser visto comprometido en torturas o la brutalización de prisioneros. Eso es absolutamente desastroso para la legitimidad de EE.UU. en Irak".

- ¿Tiene Washington ambiciones imperiales o una mentalidad imperial? ¿No son ejemplos su deseo explícito de exportar la democracia al Medio Oriente, o el hablar de combatir a un "eje del mal", sitúandose a sí mismo en el extremo opuesto?

"Es una buena pregunta, porque el argumento que se puede hacer es que las administraciones de EE.UU. han sido muy consistentes en portarse imperialmente. Yendo atrás hasta (el Presidente) Theodore Roosevelt (1901-1909), no deberíamos exagerar el radicalismo de la administración actual y su estrategia de seguridad nacional".

"Quedó claro, como consecuencia del 11-S, que había elementos en el gobierno que perseguían objetivos imperiales en el Medio Oriente, y desde entonces algunos neoconservadores lo admitieron. Creo que en eso ha habido un cambio".

"Cuando Washington se involucró contra Serbia, en los Balcanes (en la década de los 90), fue explícitamente con fines humanitarios y sin deseo de tener una presencia permanente en la península. Ahora Washington habla ocasionalmente como imperio y camina como tal consistentemente, primero en Afganistán y luego en Irak".

- ¿Cómo se entiende una coherencia imperial desde Theodore Roosevelt?

"EE.UU. tiene unos 100 años interviniendo en países, derrocando regímenes que no les gusta, ocupándolos por algunos años, no mucho tiempo, y después yéndose. Donde veas, Nicaragua, Cuba, Haití, México, y las intervenciones de EE.UU. han sido una imagen recurrente del último siglo, y las han realizado gobiernos demócratas y republicanos. El gobierno de Bush no es nuevo ni diferente, si miras un período largo".

- Usted ha dicho que las potencias del Eje (en la II Guerra Mundial) tenían ambiciones territoriales ilimitadas y una estrategia irrealista. ¿No tiene una estrategia irrealista Washington en la "guerra contra el terrorismo", ya que el terrorismo es un método y por lo tanto difícil de hacer desaparecer?

"La teoría para enfrentar la amenaza terrorista no es muy mala, pero creo que la práctica no ha sido eficaz, particularmente en Irak. Bush y sus consejeros creyeron que creando un Irak democrático lo iban a transformar de una manera que mejoraría la seguridad de EE.UU., y ha pasado muy lo contrario".

"Hubo falta de realismo en transformar el país y en la lógica de invasión. En la mente de los neoconservadores (de EE.UU.) iba a ser fácil democratizar Irak después de derrocar a Saddam, lo que fue un gran error, y está lejos de estar claro que invadir tenía alguna correspondencia con el 11-S".

"La amenaza terrorista viene menos de enemigos de EE.UU. que de aliados, como es el dinero saudita, la tecnología paquistaní y, crecientemente, reclutas ingleses. Por eso yo uso la frase el 'eje de aliados'; hay que estar más preocupados de ellos que de los llamados enemigos malignos".

-¿Cómo concibe el futuro de la guerra contra el terrorismo?

"Creo que la guerra contra el terrorismo no va a desaparecer, en el sentido de que organizaciones terroristas van a continuar tratando de planear ataques contra EE.UU. y sus aliados. La cuestión es si EE.UU. puede desarrollar mejores estrategias para defenderse. El contraterrorismo es un trabajo policial y esa guerra continuará. Pero no creo que otra vez se piense que invadir un país es una respuesta al problema del terrorismo".

A. Latina superó la etapa

Ferguson estima que es poco probable que Brasil desarrolle ambiciones imperiales, y que la activa política exterior venezolana es de vocación "antiimperialista".

"Si hay un sitio en el mundo que es auténticamente post imperial, ése es Latinoamérica, probablemente porque ya tuvo demasiado imperialismo", dijo.

Las potencias contraatacan

Según Ferguson, los imperios podrían volver si crece la importancia de controlar recursos naturales. "Creo que los países que tienen los beneficios del suministro de energía, como Rusia e Irán, podrían volver a ser imperios. Mientras el mundo dependa más de su energía, más poderosos serán".

"Creo que estamos volviendo a un mundo de múltiples imperios y mientras más cara es la energía, los imperios ricos en energía van a estar en una posición de mayor fuerza", agrega.

Ferguson es autor de libros como "Colossus, el costo del imperio estadounidense" e "Imperio", donde analiza el imperio británico.

Ignacio Arana Araya

Acta de nacimiento de un volcán

Fue la mañana del 20 de febrero de 1943, cerca a un pequeño pueblo llamado Parícutin, un granjero araba su terreno, estaba contento, pensaba quizá en obtener una buena cosecha en la próxima estación. De pronto quedó sorprendido, del suelo comenzaba a brotar una pequeña humareda negra con un fuerte olor a azufre, que rápidamente cubrió el lugar. Al principio no le dio importancia y se fue a su casa. Al día siguiente, al volver al lugar, vio que se había formado un gran cono de casi diez metros de altura, seguía echando humo y cenizas en medio de un terrible estruendo subterráneo.

Muy pronto la noticia corrió por todo el pueblo y los vecinos se presentaron llenos de curiosidad. El cono había crecido tanto que tenía más de setenta metros, inmediatamente las autoridades ordenaron desalojar el lugar por motivos de seguridad.

Muy alarmados los vecinos se reunieron en la plaza de un pueblo cercano llamado Parangaricutiro, donde el cura, José Caballero y el presidente municipal Cuara Amezcua, anunciaron el nacimiento de un volcán. Y en un acto solemne, único en la historia, levantaron un acta de nacimiento del volcán:

“En la villa de Parangaricutiro, Cabecera del Municipio del mismo nombre, Estado de Michoacán de Ocampo, siendo las 10 horas del día 21 (Febrero de 1943)...

...Reunidos en el Salón de actos del H. Ayuntamiento, previo citatorio urgente: los CC. Regidores Felipe Cuara Amezcua, Félix Anducho, Síndico...Así como Agustín Sánchez y Dionisio Pulido, Vecinos de Parícutin, manifiestan que el día de ayer a las 18 horas...

Luego de exponer con todos los detalles sobre el nacimiento del volcán, a pro-puesta de algunos vecinos del pueblo y de Parícutin, se discutió el nombre que debía llevar, y después de acaloradas discusiones se llegó a un acuerdo por deseo de los pobladores de la región: por adelante el volcán se llamaría Parícutin.

El acta fue firmada por el Presidente Municipal: Felipe Cuara Amezcua, Rafael Or-tiz, Rutilio Sandoval y Felix Anducho.

Mientras tanto, todo México se sintió conmocionado ante la noticia del nacimiento del volcán Parícutin. Geólogos y vulcanólogos se trasladaron al lugar para observar este fenómeno de la naturaleza.

Seis días después de su nacimiento, el tronar del Parícutin se escuchaba a la distancia, vomitaba piedras in-candescentes, gases y mucha lava... Por entonces el cono tenía más de 150 metros de altura, 600 metros de base y 200 de cráter.

Una lluvia de ceniza fue cubriendo Parangaricutiro y las regiones inmediatas, muy pronto esta capa afectó a los sembradíos, los campesinos temían una larga y terrible temporada de hambruna. A principios del año 1944, la región había quedado completamente devastada por el fuego y las cenizas.

Pasaron tres, cuatro, cinco años, el Parícutin seguía activo, había alcanzado los 500 metros de altura. Felizmente, en la década de 1950 el volcán se extinguió. Durante su vida activa, no hubo víctimas, tuvo un acta de nacimiento, único en la historia, por primera vez el hombre pudo ver nacer, crecer y morir a un volcán.

Alzheimer, la enfermedad de la vejez

La atención a un enfermo que presenta trastornos nerviosos, cuadros de demencia senil o enfermedad de Alzheimer, requiere mucha paciencia y dedicación por parte de sus familiares, pero cuando la paciencia y los medios económicos se han agotado, en ocasiones, se ven obligados a internar al enfermo en un asilo, es una decisión bastante difícil la que se adopta.

Nuestro cerebro, con un poco de energía es capaz de realizar las operaciones más complicadas que cualquier supercomputador que se haya inventado. Es una máquina perfecta, sin embargo, con el mal de Alzheimer, las neuronas van sufriendo un deterioro progresivo hasta que mueren, y la víctima en algunos casos queda con la mente en “blanco”.

Todas las funciones relativas a la capacidad de pensar, recordar, soñar, escuchar, hablar, respirar, caminar, etcétera, dependen exclusivamente de un maravilloso órgano llamado cerebro, la máquina más perfecta de la que está dotado el ser humano.

El cerebro es uno de los órganos que forman el denominado “sistema nervioso central”, conjunto integrado por el encéfalo -del que forman parte el cerebro, el cerebelo y el tronco cerebral- y la médula espinal. Este sistema se encarga de las funciones de control y el accionar de todo el organismo.

El cerebro se encuentra encerrado en el interior del cráneo, que actúa como una caja fuerte que le protege de agresiones externas. Tiene una forma ovalada y se halla dividida en dos partes simétricas: los hemisferios. Su diámetro anteroposterior es de unos 16 cm, el transversal de 14 cm y el vertical de 12 cm. Pesa cerca de 1,2 kg, y está formado por más de 18 mil millones de células nerviosas donde permanece almacenada la mayor parte de la información adquirida y las actividades más características del ser humano.

Sin embargo, esta portentosa máquina es bastante sensible y puede sufrir daños a causa de golpes, sufrir enfermedades y puede colapsar a causa de la vejez.

Mal de Alzheimer

Esta enfermedad es considerada como la más devastadora del cerebro en la edad senil, por ahora es un mal incurable que deforma el tejido cerebral, dejando a la víctima con la mente en “blanco”, que afecta al 2 por ciento de la población en países industrializados.

Fue descrita por primera vez en 1906, por el neurólogo alemán Alois Alzheimer, quién, había observado durante cuatro años a una paciente de 55 años que presentaba síntomas de pérdida de memoria, depresión, alucinaciones e incapacidad para razonar. La mujer murió; cuando se hizo la autopsia descubrió en su cerebro ciertas partículas, en forma de plaquetas que eran desechos celulares y algunas extrañas nudosidades, que luego fueron identificadas como tejidos cerebrales degenerados, pero estas anomalías del cerebro las asoció erróneamente con personas que sufrían la arteriosclerosis. Estudios posteriores confirmaron que la degeneración de los tejidos cerebrales se produce de forma progresiva, el cerebro se encoge lentamente, como un fruto desecado; las conexiones neurales languidecen poco a poco hasta colapsar. En el interior de las neuronas aparecen pequeños filamentos anormales que terminan por sofocar a las células. En el espacio entre neuronas, una proteína llamada amiloide beta se une a las células gliales y terminaciones nerviosas deformadas las que dan origen a las llamadas “placas seniles”. Las marañas y placas invaden lentamente todo el cerebro, hasta llegar a una zona muy sensible, el hipocampo, zona que facilita la formación de la memoria, y a la corteza, que se especializa en el razonamiento, el juicio, el lenguaje y la orientación. Afectadas todas estas zonas la enfermedad ha entrado en su período más crítico. Los investigadores sugieren a factores como los genes, al ambiente, la hipertención y la edad, combinadas las que ocasionan esta terrible enfermedad.

Resulta difícil diagnosticar esta enfermedad, muchos trastornos mentales pueden confundirse con ella; entre ellos, la depresión, el mal de Parkinson y otras complicaciones neurálgicas.

Síntomas de la enfermedad de Alzheimer

En su primera etapa la persona afectada va perdiendo la memoria, se hace dificultoso el aprendizaje de cosas nuevas, o el hecho de retener nuevas informaciones, luego sufre lagunas en el razonamiento, o baches en la orientación en tiempo y espacio. Es decir, el enfermo se desorienta fácilmente en las calles, la enfermedad es progresiva, con el tiempo va perdiendo sus facultades físicas, la lucidez mental y la autoestima. Le dificulta hablar, caminar, incluso, ya no controla sus evacuaciones. La mente sucumbe, y luego el cuerpo, hasta que la persona afectada queda en estado vegetativo. Este proceso, que se prolonga años, equivale a una larga y penosa agonía.

Un rayo de esperanza

Nadie sabe qué origina esta terrible enfermedad. Según algunos investigadores tiene origen genético, y otros consideran que podía tratarse de un virus desconocido que desarrolla cuando la persona llega a la vejez. La ciencia médica está probando con la fisostigmina, un fármaco suministrado por vía intravenosa, y oral en otros casos, que reduce el ritmo de fragmentación de la acetilcolina, una sustancia cerebral responsable de la comunicación entre las neuronas. Los pacientes presentaron una leve mejoría de la memoria y algunas facultades físicas. Otro fármaco aplicado recientemente es la desferrioxamina cuya acción hace más lento el deterioro de las células cerebrales que provoca esta enfermedad.

En los últimos años se ha logrado importantes avances en el conocimiento de esta enfermedad, se espera que dentro de poco tiempo los investigadores de la medicina dispongan de medicamentos realmente eficaces para tratar este terrible mal.