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Premio Nobel de Literatura... Jacinto Benavente

Mordaz como pocos, muchas de sus obras rebosan ironía, sarcasmo y crítica hacia la clase burguesa. Jacinto Benavente, destacado dramaturgo español, nació en Madrid, España, el 12 de agosto de 1866. Desde muy niño sintió en sus venas el fluir de las letras que lo llevó más tarde a la celebridad. Fueron sus padres el médico Mariano Benavente y Venancia Martínez. En ese culto hogar pudo hallar los libros que colmaban sus ansias de saber.

Su inquietud juvenil lo llevó a organizar funciones de títeres representando piezas que el mismo escribía. Siendo joven estudió derecho en su ciudad natal, que nunca terminó porque otro era el camino que él había escogido, el fabuloso mundo de la literatura.

Se inició como escritor publicando una serie de artículos en diarios y revistas de la ciudad. Sus trabajos muestran un evidente y una forma sutil de observar a la sociedad de su tiempo. Mordaz como pocos, expuso los vicios y defectos de las clases altas, que constituye el principal encanto de todas sus obras. Su primera pieza teatral fue “El nido ajeno”, estrenada en 1894, con el que obtuvo su primer éxito. A ella le siguieron una serie de obras que afianzaron con ritmo creciente su popularidad. Se había ejercitado en todos los géneros del teatro y su producción, desde luego, fue enorme, aproximadamente ciento cincuenta piezas teatrales. Una de las más representativas de su estilo fue “Los intereses creados”, en donde el personaje de Crispín, interpretado por el mismo Benavente, algunas veces, sintetiza al agudo espíritu observador de su creador. Sólo un hombre de su vitalidad y de su extraordinaria capacidad imaginativa pudo producir tanto sin menoscabar su trabajo.

Entre sus obras más destacadas están: “La malquerida”, “Señora ama”, “Rosas de otoño”, “Lo cruel”, “Noche de sábado”, “El mal que nos hacen”, “La fuerza bruta”, “La mariposa que voló sobre el mar”.

El 10 de diciembre de 1922 le fue concedido el premio Nobel de Literatura, en mérito a su inagotable labor literaria. Falleció en su ciudad natal el 14 de julio de 1954, a los 88 años de edad.

De blogs y literatura

La aparición de un medio produce siempre sacudidas apocalípticas en el mundillo literario. Hace más de cien años, la llegada del cine a América Latina fue recibida por los escritores modernistas con una mezcla de entusiasmo y ansiedad. Entre los que pensaban que se avizoraba el fin de una época se encontraba el mexicano Amado Nervo, quien en una crónica de 1898 escribió que las nuevas tecnologías de la época producirían un resultado contundente: "no más libros; el fonógrafo guardará en su urna oscura las viejas voces extinguidas; el cinematógrafo reproducirá las vidas prestigiosas…"

Un nuevo medio, una nueva tecnología, no significan necesariamente la desaparición de otros medios y otras tecnologías. Lo que producen es una reconfiguración de la ecología mediática y del paisaje tecnológico que nos rodea: no es que, como en la canción de Los Bugles, el video asesine a la estrella de la radio, pero sí la puede marginar (la estrella se torna irrelevante si no se adapta a las nuevas reglas de juego y se "mediatiza").

También se produce un diálogo tenso pero estimulante entre los medios: escritores como Faulkner y Joyce -dueño del primer cine en Dublin-- incorporan a su escritura procedimientos narrativos derivados del cine, poetas como Apollinaire y Octavio Paz experimentan con la tipografía de las máquinas de escribir (a la inversa, el cine también aprende de la literatura: la concisión del diálogo de las películas noir la descubrieron los guionistas en los cuentos de Hemingway).

Internet

La aparición del internet ha hecho que se reinvente nuestra ecología mediática. Los niños hoy prefieren el internet a la televisión. Pese a lo que decían las voces agoreras de la cultura, el libro electrónico no se ha consolidado: su venta ha fracasado incluso con autores comerciales como Stephen King. De hecho, el soporte tradicional del libro está más vigente que nunca. Se lee en promedio menos que antes, pero, gracias al e-mail, al chat y a los blogs, se escribe mucho más que antes. La cultura literaria, poco a poco, va encontrando su espacio en la red. Por un lado, está lo más clásico: los sitios de escritores en los que se encuentra disponible un archivo de textos ocasionales, fotos, críticas y algunas rarezas (en clubcultura.com se encuentran reunidos más de veinte sitios de escritores, entre ellos Julio Cortázar y Juan Rulfo). También hay sitios donde se pueden bajar novelas y cuentos, sobre todo los clásicos: una noche antes de una clase de literatura latinoamericana del siglo XIX, descubrí que había dejado en la oficina el libro donde se encontraba "El matadero", de Esteban Echevarría. Una búsqueda en internet me permitió solucionar el problema con rapidez, y descubrir, de paso, elaleph.com, "donde los libros son gratis", que se jacta de tener casi tres mil títulos para descargar en castellano.

Por otro lado, el internet ya ha influido en la creación de ciertos textos literarios. En el mundo anglosajón han sido publicadas varias novelas en formato de e-mail y chat; en español, en este momento sólo se me ocurre una, "La ansiedad" del argentino Daniel Link. Para que estas versiones contemporáneas de la novela epistolar adquieran prestigio literario se necesita que alguien escriba una obra del nivel de "Las amistadas peligrosas" en chat y/o e-mail. También han aparecido novelas que trabajan el impacto del internet en la vida cotidiana, como "Ático", del español Gabi Martínez, que gira en torno a los juegos virtuales. Pero la literatura no sólo acompaña el devenir de la red; en cierta forma, la imaginó antes de que se tornara realidad. Lo prueban textos como "El jardín de senderos que se bifurcan", ese cuento perfecto de Borges acerca de universos proliferantes , y, en la ciencia ficción, la novela "Neuromancer", del canadiense Neal Stephenson.

Blog, la estrella

La estrella literaria del internet hoy es el blog. El blog es una bitácora de viaje en la blogósfera, un espacio textual que tiene algo del diario, del cuaderno de apuntes, de la crítica literaria, de la columna de opinión, del microrelato, del epigrama y de cuanto uno quiera añadir: el blog amenaza con suplantar a la novela como el gran género en el que cabe de todo. Gracias a la aparición de un nuevo soporte tecnológico estamos asistiendo, en "tiempo real", al nacimiento de un nuevo género literario. La crónica ha sido en América Latina, desde fines del diecinueve, uno de los géneros privilegiados de nuestra modernidad, capaz de darnos muchísimos textos clásicos -estoy pensando en las crónicas norteamericanas de Martí, en las de Gutiérrez Najera--; hoy tiene grandes continuadores como Monsiváis y Pedro Lemebel, a través de periódicos y libros, pero quizás el verdadero capítulo contemporáneo de la crónica lo estén escribiendo en el internet los autores de blogs.

Hay blogs de todo tipo: los que son texto puro, los que juegan con formatos audiovisuales, etc. Están los blogs estrella, como, en el caso de España, el de Javier Arce (elhombrequecomiadiccionarios.com), que mantiene este diario personal en varios idiomas, con textos sacados tanto de Lucrecio como de Kerouac y los diccionarios; o el que lleva Arcadi Espada (arcadi.espasa.com). El blog de Espada tiene tanto prestigio que va a ser premiado con… su pronta publicación como libro tradicional. También están los blogs de escritores como Iván Thays (notasmoleskine.blogspot.com) -con enlaces a suplementos de periódicos, notas sobre lo que Thays está leyendo y polémicas locales--, Cristina Rivera Garza (cristinariveragarza.blogspot.com) -escrito en un tono de diario de confesiones íntimas--, o Sergio Gómez (en clubcultura.com) -entre el cuaderno de viaje y la crónica personal. Y, por supuesto, están los blogs de chicos talentosos que acaban de publicar su primer libro, como el peruano Luis Hernán Castañeda con su austeriano "El cuaderno azul" (luishernancastaneda.blogspot.com), o autores inéditos como el boliviano Miguel Esquirol con elforastero.blogalia.com

Estos autores están descubriendo que no necesitan de los libros para llegar a muchos lectores. El modesto blog de Esquirol, por ejemplo, tiene alrededor de ciento cincuenta lectores diarios: muchos más que los tienen algunos escritores de mi generación (me incluyo). Queda claro que para buscar buena (y mala) literatura ya no son suficientes las librerías y las bibliotecas.

El blog es una bitácora de viaje en la blogósfera, un espacio textual que tiene algo del diario, del cuaderno de apuntes, de la crítica literaria, de la columna de opinión, del microrelato, del epigrama y de cuanto uno quiera añadir.

Debates en torno al blog

Durante las jornadas del 23 y 24 de octubre de 2006, quince escritores de Bolivia y el exterior del país se reunieron en el Centro Patiño de Santa Cruz, bajo la conducción de su directora, Roxana Moyano, para hablar del "Blog, lenguaje y escenario".

Los representantes de Bolivia, Perú, Argentina y Chile hablaron del blog desde diferentes perspectivas. Luisa Fernanda Siles, escritora boliviana ganadora del último Premio Nacional de Novela, expuso el tema de los "Laberintos del hipertexto"; el chileno Patricio Jara abordo el tema de "Narrativa en Blog, no pidamos demasiado, Homero Carvalho habló de "El blog del Averno",además de otros temas a cargo de Claudia Peña, Gonzalo Garcés (Argentina), Oscar Gutiérrez y Juan Claudio Lechín.

Participó también Ramón Rocha Monroy con el tema "Venturas de un bloggero cincuentón"; el peruano y último ganador del Premio de Novela Alfaguara Internacional, Santiago Roncagliolo abordó el tema de "Honestidad brutal: Historia de un Blog.

Una de las características del debate sobre el blog fue la diversidad de posturas de los escritores ante esta novedad tecnológica. Desde los escritores que tienen su propio blog, publican allí sus textos y se enlazan con otros "blogeros" del ciberespacio, como cruceña Claudia Peña, hasta los más escépticos que ven en el blog una moda pasajera que pronto será rebasada.

Edmundo Paz Soldán

Elecciones en Brasil: se busca un campeón de la privatización

Lula debería encabezar el debate sobre la reforma económica en Brasil, recomienda The Economist. La campaña de Lula augura problemas para la reforma económica.

El "dinero inteligente" había apostado hace mucho tiempo que Luiz Inácio Lula da Silva ganaría un segundo mandato como Presidente de Brasil en las elecciones generales llevadas a cabo el 1 de octubre.

Pero en el último minuto su candidatura se tropezó con un montón de "dinero sucio" que aparentemente fue usado por su Partido de los Trabajadores para tapar a un oponente en la carrera gubernamental.

Esto les recordó a los brasileños que Lula, como lo llaman, presidía un enredo de corrupción mucho más grande que involucraba dinero a cambio de votos en el Congreso.

Y eso fue suficiente para forzar una segunda vuelta, que se llevará a cabo este domingo, en que se medirá con Geraldo Alckmin, un ex gobernador de São Paulo.

Finalmente Lula terminó con siete puntos porcentuales por delante de Alckmin, quien desde entonces ha perdido terreno. Las encuestas de opinión sugieren que Lula nuevamente está cerca de la victoria.

Su oponente es un tedioso tecnócrata. En tanto, la mayoría de los brasileños cree que el Presidente no es personalmente corrupto y le dan los créditos por un enorme programa antipobreza y también por preservar la estabilidad económica.

Pero Lula en parte ha restaurado su liderazgo al hacer campaña en contra de las privatizaciones llevadas a cabo por el partido de Alckmin cuando Fernando Henrique Cardoso estuvo en el poder entre 1995-2002. Él acusa a su oponente de querer privatizar las herencias nacionales como Petrobras, la empresa petrolera, tres grandes bancos estatales y un gigante de la electricidad.

El desafortunado Alckmin se sintió obligado a insistir que esos pensamientos nunca pasaron por su mente. Para probarlo, él se puso una chaqueta ridícula adornada con los logos de las empresas estatales brasileñas. Entonces el tema de las privatizaciones se fue evadido, lo que es una pena.

Ciertamente las privatizaciones son impopulares en América Latina. Los votantes creen que las ventas han beneficiado a los nuevos (habitualmente extranjeros), y no a los consumidores. En algunas sanitarias públicas de algunos países eso es cierto, y es así porque los gobiernos han fallado en asegurar compensaciones y regulaciones que sean adecuadas.

Pero un estudio respetable publicado el año pasado por el Centro de Desarrollo Global -un think tank independiente en Washington DC- demostró que las privatizaciones en América Latina han sido injustamente criticadas y que, aun cuando algunas empresas han elevado los precios, "la línea final sigue siendo de ganancias absolutas para los pobres".

Esas ganancias son especialmente claras en Brasil.

Antes de las privatizaciones, había que esperar años para obtener un teléfono o si no había que pagar unos US$ 4.000 en un mercado gris. Los teléfonos eran sólo para los ricos. Tras sólo ocho años desde la privatización de la empresa, el número de teléfonos se ha más que quintuplicado. Con la industria del acero en manos privadas, Embrear (un fabricante de aviones) y CVRD (un gigante de la minería) se han convertido en competidores de clase mundial.

El próximo gobierno haría bien reanudando la privatización, ya que el Estado aún posee cerca de un tercio del sistema bancario del país.

Hay un asunto con los bancos estatales y es que los privados han sido muy malos para entregar créditos a los campesinos o establecerse en áreas remotas.

El hecho de privatizar los bancos federales de ahorro o el Banco do Brasil le permitiría al gobierno pagar un buen pedazo de la deuda pública.

Y eso daría pie para que cayeran las tasas de interés, terminar con la sobre apreciación del real y ayudar a que la economía floreciera y saliera de su trampa de bajo crecimiento.

La negativa de los candidatos hacia la privatización podría ser entendible si la economía estuviera energizándose hacia el futuro. Pero el país está retrasado en muchos de los indicadores de competitividad, gracias a un sector público y a un sistema de pensiones que son muy despilfarradores.

Si Lula gana, él debería liderar un debate sobre la reforma económica que Brasil verdaderamente necesita. Y esta campaña no la ha entregado.

The Economits

El perdón y el olvido

El reciente fallo de la Corte Interamericana, que deja sin efecto la amnistía, nos priva de excusas para eludir lo obvio: reconocer la cobardía o la colaboración, hacer justicia, ajustar cuentas con la memoria y, ojalá, perdonar.

El más viejo modelo de amnistía lo recogió Aristóteles en la Constitución de Atenas. Un decreto, promulgado en el 403 a.C. (luego que triunfó la democracia sobre la oligarquía), ordenó a los ciudadanos "no recordar los males padecidos o infligidos". Mucho más tarde, el Edicto de Nantes, que puso término a las guerras de religión, prohibió a los súbditos recordar. Les ordenó tratar los hechos anteriores a marzo de 1585 (entre ellos la matanza de San Bartolomé) como "cosa no sucedida".

Los estados modernos, sin embargo, no prohíben recordar. A diferencia de los antiguos, saben cuán porfiada es la memoria. Pero a veces intentan suprimir el castigo.

Es lo que hizo el Decreto Ley 2.191 de 1978 al amnistiar los crímenes cometidos entre el 11 de septiembre de 1973 y el 10 de marzo de 1978. La misma dictadura cuyos funcionarios cometieron, o toleraron los crímenes, decidieron de pronto amnistiarlos.

En rigor, incurrieron en lo que cualquier filósofo llamaría una contradicción performativa: se concedieron a sí mismos el perdón. Generosos ellos, sin duda. Qué valor. Como si usted, agobiado por sus pecados, se pusiera a ambos lados del confesionario.

Durante muchos años convivimos con ese decreto y esa impostura. A su amparo, algunos de quienes cometieron crímenes que el derecho internacional considera de lesa humanidad evitaron la pena y han podido envejecer en calma.

A su turno, las fuerzas políticas pudieron, en plena democracia, eludir el problema de la justicia y de la memoria. ¿Acaso no era mejor que los jueces decidieran la aplicación de esas reglas? ¿No era más auspicioso que las nubes del tiempo y la muerte borraran esos recuerdos incómodos?

Así, entonces, todos hemos estado más o menos conformes.

Los victimarios, aspirando a una jubilación tranquila. Las fuerzas políticas, sin tener que tomar el toro por las astas. Nosotros, disfrutando de la expansión del consumo. Nada de qué preocuparse, entonces.

Salvo las víctimas y los hijos de los hijos de las víctimas. Ellos siempre tuvieron razones para recordar, y en ausencia de un mínimo reconocimiento abrigaron motivos más que suficientes para perseguir el castigo.

Todo eso hasta que llegó el caso Almonacid. Almonacid fue un profesor y dirigente de la CUT detenido por Carabineros y, como era usual, asesinado por la espalda mientras estaba indefenso. Su viuda y sus hijos llevaron el asunto a tribunales. El caso fue amnistiado.

Pero ahora la Corte Interamericana ha ordenado reabrirlo.

Los crímenes de lesa humanidad, dijo la Corte, no pueden ser amnistiados y son además imprescriptibles. Y el Estado -agregó- debe asegurarse de que el decreto ley de amnistía no sea un obstáculo para la "investigación, juzgamiento y, en su caso, sanción de los responsables de otras violaciones similares acontecidas en Chile". El decreto ley de amnistía -concluyó el fallo- carece de todo efecto jurídico. Y la cosa juzgada alcanzada bajo su amparo es simplemente fraudulenta.

Ahí tiene usted. Un decreto que carece de todo efecto. Y sentencias inútiles. Nada menos.

Se acabó la tranquilidad. Quienes vivían de su jubilación y hasta ahora supieron convivir con los recuerdos indignos, se pondrán nerviosos. Las fuerzas políticas que eludieron el asunto de la justicia y la memoria, perdieron todo pretexto. La derecha, que nunca se ha visto en la necesidad de mirar hacia atrás y reconocer la barbarie, tendrá ahora que hacerlo.

Porque una de dos.

O se deroga el decreto ley de amnistía y se persiguen los crímenes en base a la ley vigente a la época en que se cometieron (el fallo de la Corte desecha la regla de irretroactividad), o la totalidad de las fuerzas políticas se ponen de acuerdo y dan lugar a una modificación de la responsabilidad penal que, si no equivalga a una amnistía (como dijo la Corte, hay crímenes no susceptibles de ella) se le parezca.

Lo que no pueden hacer es como si lloviera.

Ahora vamos a tener que decidir: o castigamos esos crímenes en base a la ley vigente a la época en que se cometieron, o modificamos esa ley y rebajamos las penas.

La primera opción supone hacer justicia, pero mantiene una memoria que arriesgará hacia el futuro eso que Freud llamaba la compulsión repetitiva. Después de todo, dijo el mismo Freud, lo que no somos capaces de elaborar en palabras siempre volverá en actos.

La segunda opción compatibiliza la justicia y ayuda a sanar la memoria, Pero, claro, sanar la memoria -sugiere Ricoeur- exige esfuerzos de lado y lado.

La derecha debiera hacer un amplio reconocimiento de la brutalidad de esos crímenes, de la barbarie que supusieron y de su omisión negligente o de su colaboración en ellos. Porque de todo eso hubo. Y la izquierda reconocer su responsabilidad histórica (que no es lo mismo que la jurídica o la moral). Y ambos promover un amplio programa de reparaciones para las víctimas que no se parezcan, como hasta ahora, a dádivas.

La derecha, además, debiera abandonar las justificaciones fáusticas de la modernidad de que gozamos. Y la izquierda hacer el esfuerzo de recordar los hechos y olvidar la deuda.

Así podríamos mantener la memoria; pero, al mismo tiempo, despojar a esos recuerdos de su capacidad destructora.

Claro, no es la amnistía que relata Aristóteles, pero se le parece. Y quizás así se abra, algún día, la posibilidad del perdón. Que es lo único que liberará, de una vez por todas, a las víctimas y a los victimarios. Y lo único que nos permitirá reconstruir nuestra memoria y empezar de nuevo.

Carlos Peña

Termina discusión sobre el blog, escritores hablan del lenguaje

Luego de dos días de intensos debates en torno al blog "la estrella literaria del internet", como la calificó Edmundo Paz Soldán, anoche culminó el Encuentro Iberoamericano de Escritores que se desarrolló en el Centro Simón I. Patiño de Santa Cruz y convocó la presencia de 15 escritores de Bolivia y el exterior.

Sin bien la discusión sobre el blog terminó en esta ciudad, en Cochabamba desde hoy continúa el encuentro de escritores con una temática diferente "Los usos y desusos del lenguaje".

La cita es en el Palacio del Centro Cultural Simón I. Patiño y estarán presentes una buena parte de los escritores que fueron invitados también a Santa Cruz.

El blog

Una de las características del debate sobre el blog fue, sin duda, la diversidad de posturas de los escritores ante esta novedad tecnológica.

Desde los escritores que tienen su propio blog, publican allí sus textos y se enlazan con otros "blogeros" del ciberespacio, como cruceña Claudia Peña, hasta los más escépticos que ven en el blog una moda pasajera que pronto será rebasada.

Entre medio, otros escritores admiten que sí recurren al blog, incluso tienen su propia página, pero con mucha discreción, como son los casos de Geovana Rivero y Ramón Rocha Monroy.

Esta diferencia de criterios llevó a Gary Daher, coordinador del encuentro, a proponer la existencia de "los de adentro y los de afuera" con relación al blog.

Posturas

Para Edmundo Paz Soldán (quien expuso a través de una teleconferencia) con el uso y desarrollo del blog se está asistiendo al nacimiento de un nuevo género literario, "El blog es una bitácora de viaje en la blogósfera, un espacio textual que tiene algo del diario, del cuaderno de apuntes, de la crítica literaria, de la columna de opinión, del microrelato, del epigrama y de cuanto uno quiera añadir: el blog amenaza con suplantar a la novela como el gran género en el que cabe de todo. Gracias a la aparición de un nuevo soporte tecnológico estamos asistiendo, en "tiempo real", al nacimiento de un nuevo género literario",aseguró.

Desde otra perspectiva, el escritor Homero Carvalho recordó con nostalgia el famoso bar Averno que existió hace unas décadas en la ciudad de La Paz y relacionó con el actual auge del blog.

"Me atrevo a decir que, en el siglo XX, el escenario para hablar de literatura era el bar, el Bar Averno era nuestra realidad creada para hacer literatura. En los albores del tercer milenio parece ser que el escenario es la virtualidad de la pantalla del ordenador. El "Blog" vendría a ser el espacio creado para hacer literatura. Sin embargo, en la Red como en las ciudades también hay que saberse perder y no es muy fácil hacerlo para quienes no conocemos la tecnología cibernética, y usamos la computadora como máquina de escribir, correo electrónico y buscadores de información", explicó.

Michel Zelada Cabrera, Los Tiempos

Bob Woodward arrasa con Bush y compañía

Uno de los autores del Watergate se había vuelto tan "conveniente" por sus libros, que éstos —Bush en guerra y Plan de ataque— eran obsequiados por la Casa Blanca. Hoy, el idilio se ha roto.

State of Denial —Negar la evidencia, sería la traducción— no podía haber aparecido en un momento más delicado para la Casa Blanca. A lo largo de sus 537 páginas, el último libro del periodista Bob Woodward, que acaba de salir a la venta en EEUU con una tirada inicial de 750.000 ejemplares, muestra un panorama en el que el presidente George W. Bush selecciona los mensajes sobre Irak que le apunta un entorno dividido, e ignora los que son negativos; y en el que el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, está al margen del día a día de la posguerra y tan enfrentado a Condoleezza Rice, consejera de Seguridad, que no le devuelve las llamadas de teléfono hasta que no le obliga Bush.

Cuando el último sondeo de la CNN indica que el 61% cree que la guerra no va bien, State of Denial refuerza la percepción de incompetencia de Bush y de su equipo; y cuando el objetivo de Karl Rove y de la maquinaria republicana es que se hable lo menos posible de Irak, el debate abierto por la publicación —con un tremendo aparato publicitario— pone a la defensiva a la Casa Blanca, la peor posición en unas elecciones plagadas de elementos que exponen su vulnerabilidad.

Woodward, el reportero que, con Carl Bernstein, desveló la trama de Watergate, no ha tenido acceso ni a Bush ni al vicepresidente Cheney para escribir este tercer libro sobre la Casa Blanca (los dos anteriores, La Guerra de Bush y Plan de Ataque, recibieron críticas porque Bush quedaba demasiado bien), pero sí a otros altos cargos. El ex secretario de Estado, Colin Powell, y el ex director de la CIA, George Tenet —ambos con una larga lista de agravios— están entre las principales fuentes.

Además de Bush, el que peor parado sale es Rumsfeld —´ya no tiene ninguna credibilidad´, se pone en boca de John Abizaid, responsable del Mando Central—y por eso el asesor presidencial, Dan Bartlett, tuvo que salir en su defensa: El presidente ´confía plenamente en él´, dijo en la cadena de televisión ABC. La Casa Blanca afirma que hay ´cinco mitos´ en el libro: Bush no se engañaba sobre la violencia en el Irak de la posguerra y lo admitió en varios discursos (se señalan cuatro); el Gobierno no desoyó la petición de Paul Bremer de enviar más tropas; Rice no desestimó las advertencias de la CIA sobre Al Qaeda antes del 11-S; Abizaid nunca puso en duda la credibilidad de Rumsfeld, y ni Card ni Laura Bush pidieron nunca su sustitución.

Es igual; a la defensiva no se gana ninguna batalla. Los demócratas organizaron una conferencia de prensa para comentar el libro, que no conocían y que aún no se había puesto a la venta, porque supieron desde el primer minuto que su contenido —y el momento de la publicación—asesta un fuerte golpe a Bush, en una difícil cuesta arriba de recuperación de popularidad y que tiene que emplearse a fondo para justificar el despliegue en Irak.

´No nos iremos ni aunque Laura y Barney [el terrier escocés del presidente] sean los únicos que me apoyen´, dice Woodward que ha llegado a decir Bush. Lo haya dicho o no, es una frase que tiene todas las posibilidades de calar en la percepción popular; en definitiva, se trata de un concurso de credibilidad entre Woodward y Bush. Y el presidente, en estos momentos, probablemente pierde ese concurso. Washington

JOSÉ MANUEL CALVO, El País de Madrid

¿Por qué cayó Gonzalo Sanchez de Lozada (Goni)? Aparentemente... por tozudo.

"No molesten, yo no tengo que hablar nada con ustedes, indios de mierda". Ésa fue la frase que lanzó el ministro de Defensa Carlos Sánchez Berzaín, el "Zorro", en Sorata, aquel fatídico sábado 20 de septiembre, al inicio del rescate de 75 turistas varados por el bloqueo de caminos en el altiplano. El comentario le valió ser perseguido hasta la cancha sorateña antes de subir al helicóptero -se comenta que un comunario le golpeó y por ello su grupo de seguridad disparó una ráfaga de balas al cielo-.

El operativo comandado por el "Zorro", más su provocativo lenguaje, calentaron los ánimos campesinos para organizar la resistencia en Warisata, donde el enfrentamiento entre lugareños y militares dejó el saldo de cuatro muertos. La jugada del ministro desbarató además la promesa de diálogo que los operadores del gobierno habían logrado, en la mañana, con las huestes de Felipe Quispe, el "Mallku".

Tras el hecho, ya en la noche, el vicepresidente Carlos Mesa y la mayor parte del gabinete bajaron el pulgar a Sánchez Berzaín. Empero, el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada desestimó la crítica y decidió, más bien, cerrar su círculo de consejeros personales con el "Zorro", Yerko Kukoc y su yerno Mauricio Balcázar a la cabeza. "El operativo de Sorata tuvo mi venia y no se diga más", fue su respuesta final. La terquedad por defender a su "mimado" ya le había traído problemas en febrero de ese mismo año, luego del fuego cruzado entre policías y militares en la plaza Murillo.

Se agotaba la paciencia de la mayoría del entorno gubernamental y, sobre todo, de la población, mientras Goni hacía gala de su tozudez, la cual le marcaba el paso: no dejó lugar a un referéndum -hasta un par de días antes de su caída, el 17 de octubre- para autorizar el proyecto Pacific LNG y exportar gas a Estados Unidos y México por un puerto chileno. Aparte, minimizó la revuelta pronosticada por los movimientos sociales en agosto. Ni siquiera prestó importancia a los números de las encuestas que le diagnosticaron, el 3 de septiembre, 76 por ciento de desaprobación a su gestión y, tres semanas después, un histórico guarismo negativo de 91 por ciento.

A mediados de septiembre, la "guerra del gas" ya se sentía, y los conflictos se multiplicaban

Los Protagonistas

Estado Mayor del Pueblo, Coordinadora del Agua, cocaleros, Central Obrera Boliviana (COB), campesinos del altiplano y el norte amazónico, colonizadores, beneméritos, choferes, cívicos de Potosí y el paro alteño.

La demanda

Las demandas confluían en el "no" rotundo a la exportación de gas. El día 29 de septiembre, Goni negaba la posibilidad de ceder ante sus opositores. A la par, las vigilias por la paz aparecían en las capillas paceñas. El "Octubre Negro" se veía venir...

ALGUNOS HECHOS

Prisionero de San Jorge

Las revueltas en las inmediaciones de la plaza Murillo habían obligado a Gonzalo Sánchez de Lozada a abandonar el Palacio de Gobierno, ya que el fantasma de Gualberto Villarroel merodeaba por esos lugares. Durante 15 días dirigió el país desde la "Casa verde" de San Jorge. Allí, rubricó su carta de renuncia a las ocho de la noche del viernes 17 de octubre.

Como sucedió con cada una de sus decisiones en los días previos, se tomó su tiempo para faxear el pronunciamiento final al Congreso. Firmó y esperó por lo menos tres horas (22:45) el despegue del avión que lo trasladaría junto con sus ministros Yerko Kukoc y Javier Torres Goitia desde Santa Cruz hasta su nuevo destino: Miami.

EEUU y la extradición

La extradición de Gonzalo Sánchez de Lozada desde Estados Unidos es el objetivo a mediano plazo, calculado por las víctimas de la "Masacre de Octubre" de 2003 como única alternativa para someter al ex presidente a un juicio oral.

El asesor legal del Comité Impulsor del Juicio de Responsabilidades por la "Masacre de Octubre", Rogelio Mayta, opina que ahora es "imprescindible" ir hacia la extradición de Goni. Y es que hace un año y cuatro meses que el Gobierno de Estados Unidos simplemente tiene archivadas las notificaciones a Gonzalo Sánchez de Lozada, Carlos Sánchez Berzaín y Jorge Berindoague con la investigación penal en su contra abierta en el país.

Más ingresos por el gas

A tres años de la "guerra del gas", la agenda de octubre no fue saldada. El país logró aumentar sus ingresos por la producción de hidrocarburos, pero la recuperación de la propiedad de los recursos, el fortalecimiento de YPFB y la abrogación de la Ley 1689 de Gonzalo Sánchez de Lozada permanecen en los papeles.

Con la anterior legislación, el Estado percibía 140 millones de dólares por año, monto que ascendió a 460 millones con el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), establecido en la Ley 3058, que derivó del referéndum nacional del 18 de julio de 2004. El Gobierno de Evo Morales mejoró las expectativas financieras. El Estado prevé percibir cerca de 780 millones en 2007.

Testimonio Ángela Quispe (zona Mejillones)

Un día domingo era. Nos hemos reunido en la plaza. Los jóvenes han bajado a la ex tranca y parece que los militares nos han rodeado por arriba. La gente se dio cuenta que nos estaban rodeando y han salido a la calle. Los militares han entrado por la avenida Julián Apaza, la gente ha querido enfrentarse para que no pasen y ahí es cuando les ha disparado y ya trajeron los muertos, los heridos. En ese momento mis sobrinos estaban desaparecidos. Esos días estábamos en las calles, avenidas, en nuestro lugar atajábamos con nuestras cosas, todo servía para evitar que otra vez vuelvan a pasar los militares. Decían que una vez más iban a entrar, sacábamos turriles, palos, amarrábamos con alambres. Mi tienda yo me cerraba. Teníamos miedo, por eso hacíamos vigilias todas los días para que no nos sorprendan.

Testimonio Ponciano Mamani (Villa Ingenio)

Estábamos bien organizados por calles. Las reuniones se realizaban en la plaza Elizardo Pérez. El sábado en la tarde fuimos a atacar al Regimiento Cinco porque ya estaban saliendo, hemos hecho escapar a todos los policías. Apareció un helicóptero, nos han disparado y a uno de nuestros compañeros le llegó la bala en sus pies. Ese día también había enfrentamientos en Senkata y ya se produjeron las primeras bajas. Algunos de nosotros preparábamos bombas en botellas y teníamos dinamitas. En eso llegó el regimiento, atacó en la parte de la planta de Leche PIL y se dieron las primeras bajas, nosotros fuimos para enfrentarnos, pero por la parte de atrás ya estaban viniendo otros soldados y nos estaban rodeando. Nos escapamos a un callejón que estaba cerca de Plasmar, uno de nosotros se sacó una polera blanca.

Los Tiempos, Cochabamba.

Un Héroe de la Guerra del Chaco: José Rosendo Bullaín

Comparado con un caballero andante, él fue uno de los combatientes que perdió su vida para que el conflicto de límites con Paraguay terminara. El estruendo de las explosiones, el ruido de las metralletas, los gritos de los heridos. En medio del caos, un valeroso teniente boliviano lidera una carga contra los acorralados soldados del Paraguay. De pronto, su cuerpo rebota hacia atrás, como si chocara contra una pared, retorciéndose por las múltiples balas vomitadas por las armas de los enemigos. Un último suspiro y la noche eterna cae sobre el teniente José Rosendo Bullaín el 25 de mayo de 1934, cortando en seco una prometedora carrera militar. Mientras, alrededor del cuerpo, la batalla de Cañada Strongest, la más famosa de la mítica Guerra del Chaco, sigue su curso.

Un caballero andante

Nacido en Oruro el 3 de julio de 1907, en el seno de una familia de la alta sociedad, Bullaín destacó enseguida como baluarte del fútbol, llegando a formar parte incluso del plantel paceño de The Strongest.

Pero la guerra se le cruzó por el camino. Y ya antes de su muerte era reconocido como un distinguido soldado, experto sobre todo en el manejo de caballo. No por nada, el periodista Juan Soldado lo comparó en el día de su deceso con los “caballeros andantes que iban por el mundo resolviendo entuertos”.

Antes, por cuestiones limítrofes, había estallado la Guerra del Chaco, que el historiador del Museo de Historia Militar Eduardo Casís no duda en calificar como la primera guerra moderna de Latinoamérica y una de las más sangrientas. “Hubo más de 100.000 víctimas entre los dos bandos”, reconoce.

Comportamiento heroico

Pero también se vivieron en la contienda un sinfín de hechos heroicos.
En este sentido, uno de los primeros héroes fue el comandante Manuel Marzana, quien en septiembre de 1932 resistió estoicamente, sin víveres ni agua y con sólo 600 hombres, el avance de 5.000 paraguayos antes de caer finalmente prisionero.

Fue por aquel tiempo que el teniente Bullaín fue destinado al infierno verde, donde descubrió que el verdadero enemigo no eran los Pilas (paraguayos), sino enfermedades como la malaria, la escasez de agua y los dos altos mandos enfrentados, que se empeñaban en retroceder al pasado con una especie de reproducción a pequeña escala de la Primera Guerra Mundial.

“Los dos comandantes, Hans Kundt de Bolivia y José Félix Estigarribia de Paraguay, fueron entrenados en la Gran Guerra”, recuerda Casís. Por eso, al igual que en el conflicto europeo, la estrategia básica consistía en refugiar a los soldados en incómodas trincheras hasta que se daba la orden de ataque y los soldados salían corriendo a enfrentarse con el enemigo. Pero, como se demostró en las batallas de Boquerón y Nanawa, con dos simples metralletas uno podía eliminar a la vanguardia sin riesgos para los defensores.

En contraste con las técnicas de combate, algo obsoletas, el armamento era de primera, con tanques y bombarderos que se usaron después en la Segunda Guerra Mundial.

En ese teatro de operaciones, Bullaín participó en las batallas de Corrales, Bety, Toledo y Bogado, entre otras, donde demostró su capacidad al comandar la octava batería del segundo cuerpo del Ejército.

Con todo, debido a las indecisiones del Alto Mando boliviano, Paraguay llegó a ocupar las tierras bajas bolivianas, amenazando Villamontes, Camiri, Santa Cruz, Tarija y Sucre, lo que les costó el cargo al presidente Salamanca y a Kundt.

Entonces, cuando todo parecía perdido, el nuevo mando militar decidió plantar cara a la ofensiva paraguaya. Fue en un paraje rocoso, en Cañada Strongest, donde la única salida era ir de frente o retroceder. Allá los paraguayos sufrieron sus derrotas más dolorosas, y se frenó su avance, quedando Paraguay a sólo 100 metros de distancia de las reservas bolivianas de petróleo.

Para ello tuvo que dar su vida Bullaín, recordado aún gracias al cuartel con su nombre en Villamontes.

Jorge Soruco