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El Describidor

Bolivia, bello país donde la soberbia y la confrontación es una manera de mirar la vida

Estoy preparando una excursión para este fin de semana; me iré a las “muelas” de Bermejo, en que la arquitectura y solemnidad de las montañas hace recordar los paisajes cuando se paseaban libres los dinosaurios por la tierra. Son una cadena de elevaciones, una tras otra, que forman hondos cañadones por donde se puede transitar caminando por las laderas (haciendo camino al andar) y vadeando ríos cordilleranos llenos de placas rocosas y lagunas. Nada más alejado de la violencia, de la confrontación, y sin embargo este bello paraje está en un país en que la violencia es una manera de mirar la vida y de relacionarse. Que pena.

El Gobierno esta haciendo gala de soberbia y de a poco se acerca a tomar actitudes propias de un totalitarismo que se creía disuelto en el tiempo. Llegó al extremo de negar su deber de pacificar y delegó en las organizaciones sociales la capacidad de hacerlo. Es decir, delegó en la calle la seguridad y tranquilidad internas. ¿Resultados? Son varias las marchas que se están llevando a cabo, la principal de las cuales tiene como objetivo declarado llegar a La Paz (partió desde Santa Cruz hace una semana y poco) y cerrar el Congreso Nacional, con las bendiciones del Gobierno de Evo Morales. Son cientos de campesinos que acumulan kilómetros y llagas en sus pies para llegar y cumplir su objetivo de cercar la Capital y deshacerse de esa molestia democrática que es el Senado nacional. ¡Son 903 Kms. caminados en abarcas (ojotas) o a pié pelado!

La oposición, lo mismo. No cede ni un palmo y está comenzando a caldear la situación con medidas anunciadas de hecho para obligar al Gobierno a “reflexionar”. Ya hay piquetes de huelguistas de hambre, que se han ido mermando porque los burgueses no aguantamos muchas horas sin comer (al revés de los contrarios, que han pasado hambre toda la vida). Ya hay marchas y concentraciones (la de Santa Cruz, antes de ayer, congregó hasta 50 mil personas en la Plaza Principal). Ya hay reuniones para hoy y hasta el fin de semana, en que sacarían resoluciones ¡que matan!

Es una pena, porque al mismo tiempo es ridículo. Lo que sucede hoy siempre ha sucedido. Es la manera de ser del boliviano, especialmente de la zona del altiplano: confrontación, que nace de la manera dual que define su cosmogonía. Afortunadamente, los que ya estamos en una edad más sabia, sabemos que estos son los tiempos de los petardos y que hay que esperar un poco para que los bandos quemen adrenalina y se calmen. Aunque también sabemos que esta calma sólo será el anticipo de la próxima confrontación. Por eso es que no hago caso de los consejos de mi mujer y pienso nomás ir de excursión, sin atender a supuestos peligros. Un par de días dentro de la naturaleza y su belleza serán mejor que estar esperando el estallido y mirando la televisión para verlo en primera fila. Por último, si pasa algo, me llevaré esos dos días como recuerdo para contarlo en el más allá.

Carlos Duarte M.

1 comentario

pablo rivero -

Espero no ser impertinente respecto a su trabajo periódico frente a su computadora e ideas, pero le escribo, más que por un comentario sobre su artículo, por obtener algo más de información que usted publicó en un sitio web sobre la biografía de Jorge Quiroga, Político al cual estoy estudiando en mi tesis de licenciatura.
payorivero@gmail.com
muchas gracias.